martes, 29 de julio de 2014

historia de los mundiales



El primer encuentro internacional de este deporte se remonta al partido disputado entre Inglaterra y Escocia el 30 de noviembre de 1872. El fútbol en ese tiempo era prácticamente desconocido fuera de las islas Británicas, pero lentamente comenzó a desarrollarse en otras partes del mundo. El fútbol debutó como un deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de París 1900, experiencia repetida en Saint Louis 1904 y los Juegos Intercalados de 1906 en Atenas.

El 21 de mayo de 1904 se fundó la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA por sus siglas en francés) con el fin de organizar el desarrollo del deporte. Dentro de sus ideas originales surgió la posibilidad de realizar en 1906 un torneo internacional en Suiza, pero finalmente la propuesta fracasó. Sin embargo, la idea se mantuvo y se concretó cuando en Londres se organizaron los IV Juegos Olímpicos en 1908 y se declaró al fútbol como deporte olímpico oficial. A cargo de la Football Association (no afiliada a la FIFA aún, pero con quien mantenía una estrecha relación), el primer torneo lo ganó el Reino Unido, seguido por Dinamarca y los Países Bajos.

Con el paso de los años el torneo olímpico de fútbol se mantuvo, pero como un evento amateur. En 1909 Sir Thomas Lipton organizó un torneo profesional entre clubes que representaba a cada país en la ciudad de Turín. Este torneo se denomina a veces como la «primera Copa Mundial En 1914 la FIFA reconoció el torneo olímpico como un «campeonato mundial de fútbol para amateurs y decidió hacerse responsable del desarrollo de dicho evento. Tras la Primera Guerra Mundial se realizó el primer torneo intercontinental en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, donde participaron 13 equipos europeos junto al seleccionado de Egipto.

En los Juegos Olímpicos de París 1924, el primero organizado por la FIFA, se integraron los equipos sudamericanos. En dicho evento, Uruguay se coronó campeón, revalidando su título cuatro años más tarde, en Ámsterdam 1928.
El Estadio Centenario, ubicado en Montevideo, Uruguay, se construyó para la realización de la primera Copa Mundial en 1930. El estadio fue la sede de la final de dicho torneo, en que los localesderrotaron 4:2 a Argentina.

Durante los Juegos Olímpicos de 1928, la FIFA organizó un congreso donde se decidió finalmente la realización de un torneo de fútbol profesional de nivel internacional en 1930. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente de la FIFA en esos años, estaba a favor de la realización en el país sudamericano, tanto por sus éxitos deportivos como porque el país celebraría el centenario de la Jura de la Constitución.



Finalmente, Uruguay salió electo por unanimidad, pero eso no implicó el apoyo europeo a la realización del torneo fuera de su continente. Los países europeos invitados al torneo rechazaron su participación argumentando que no podían costear el largo viaje transatlántico en medio de la crisis económica que había azotado al mundo en esos años. A pesar de que Uruguay se ofreció a solventar los costos, sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania acudieron a la cita. Tras el boicot, los organizadores debieron disminuir el número de participantes en el torneo, de 16 a 13.



A pesar de las complicaciones iniciales, el torneo fue un éxito. Para el torneo, la intención de los organizadores era que todos los partidos se disputaran en un sólo estadio, el Estadio Centenario, construido especialmente para la celebración de la Copa Mundial y como celebración del centenario de la independencia uruguaya. Fue diseñado por Juan Scasso y Rimet lo llamó el "templo del fútbol". Con una capacidad para 90.000 espectadores, era el mayor estadio del mundo fuera de las Islas Británicas. Sin embargo, las fuertes lluvias acaecidas en Montevideo antes de la inauguración del campeonato impidieron que su construcción fuera finalizada a tiempo. Dada esta situación los organizadores se vieron obligados a buscar otros estadios para celebrar en ellos los primeros partidos, el Gran Parque Central y el Estadio Pocitos, escenarios donde se jugaron de manera simultánea los dos primeros partidos en la historia de la Copa Mundial. El Estadio Centenario fue oficialmente inaugurado el sexto día de competición y a partir de ese momento todos los partidos se jugaron ahí. Finalmente, los equipos del Río de la Plata avanzaron a la final, Uruguay y Argentina se enfrentaron el 30 de julio de 1930 en el recién inaugurado Estadio Centenario. Tras ganar el encuentro por 4:2, los locales se coronaron como los primeros campeones mundiales de fútbol ante 93.000 personas

martes, 8 de julio de 2014

ARGENTINA DEJA MUCHAS DUDAS

Si este es el equipo ideal de Argentina, deja mucho que desear. Hasta Lionel Messi se vio envuelto en la flojedad de una selección que apenas igualó 0-0 el miércoles ante Rumania, en el primero de tres duelos de fogueo de los Albicelestes antes de su aterrizaje en el Mundial de Brasil.

Lenta en ataque y titubeante en defensa, Argentina dejó en Bucarest una pálida imagen con un equipo que sería casi el mismo que saldrá a la cancha para debutar con Bosnia-Herzegovina el 15 de junio en Río de Janeiro, en uno de los grupos del Mundial que completan Irán y Nigeria.

Messi, la esperanza de los argentinos, apareció de a ratos pero sin enhebrar esas maniobras explosivas con las que suele dejar parados a un ejército de defensores, sobre todo cuando juega con el Barcelona. Al despuntar el partido, la "Pulga" del Barsa estuvo unos segundos agachado, aparentemente vomitando, y luego se acercó al banco de suplentes para tomar agua.

Sin embargo, no dio muestras visibles de verse afectado por ese episodio. Lejos de florearse ante un equipo de segunda línea que no se clasificó al Mundial, Argentina se salvó de una derrota gracias a la actuación de su arquero Sergio Romero, que antes de este partido era el jugador más cuestionado por la prensa de su país.

"Chiquito" Romero, suplente en el Mónaco de Francia, tapó dos cabezazos de gol, en ambos casos en la primera etapa: uno de ellos a Ciprian Marica al enviar al córner con su mano derecha y otro al despejar con los pies un tiro a quemarropa de Alexandru Maxim.

Irresoluta y carente de sorpresa, Argentina trató de inquietar con un tiro libre de Messi a ras del piso que pegó en la barrera y se fue al córner y con disparo de Sergio Agüero apenas desviado. Conocidos en su país como "los cuatro fantásticos", la sociedad entre Messi, Agüero Gonzalo Higuaín y Ángel Di María, un poco más retrasado, no funcionó, y la defensa fue una invitación a disfrutar del área sin pedir permiso, principalmente por el lado de Federico Fernández y Marcos Rojo.

Argentina sufrió los contragolpes rumanos y aunque mejoró un poco en el complemento —Ezequiel Lavezzi marró un gol cantado sobre la hora— no pudo quebrar el cerrojo por lo que su actuación fue a todas luces descolorida.
Flojo lo de Argentina, con Fernando Gago sin marcar ni aportar claridad en el medio. Y preocupante la actuación de Messi, en su primer partido con la selección desde septiembre pasado cuando metió dos penales en la victoria 5-2 ante Paraguay por las eliminatorias mundialistas, antes de lesionarse en el Barcelona y perderse otros dos choques siguientes. Sin meter un gol y casi sin llevar peligro, en Argentina podría reabrirse una polémica que parecía cerrada.
¿Llegó la hora del retorno de Carlos Tevez a la selección? Tevez, artillero del Juventus y máximo goleador en la liga italiana, está lejos de los planes de Sabella, quien no lo convoca aparentemente para no quebrar la armonía del grupo, que por cuestiones personales no mira al "Apache" con buenos ojos.
La última vez que Tevez jugó con Argentina fue en la Copa América de 2011 cuando el técnico era Sergio Batista Antes del Mundial, Argentina jugará dos partidos en casa: el 4 de junio con Trinidad y Tobago en Buenos Aires, y tres días después ante Eslovenia, en La Plata.
Alineaciones

XI de Argentina: Romero; Zabaleta, Fernández, Basanta, Rojo; Mascherano, Gago, Di Maria; Agüero, Messi e Higuaín.